lunes, 27 de febrero de 2012

Todavía duele

Ya pasó poco más de dos semanas de la derrota ante Rosario Central allá en el Gigante de Arroyito, aquel 11 de febrero pasado. Fue aquel 2-3 agónico que, a diferencia del partido que se jugó acá en Varela el recordado 19 de junio del 2011, favoreció a los canallas y no a los halcones.

El 19 de junio Emiliano Romero clavaba un derechazo desde afuera del área que quedaba grabado en los corazones varelenses, porque gracias a ese gol, el equipo de Florencio Varela obtenía un triunfo que le valdría salvarse de jugar la promoción, sobre la hora, como sabe Defensa. Pero el 11 de febrero pasado fue Central el que, favorecido con fallos arbitrales, lograba el 3-2 agónico en pies del rebotero Castillejos con el aliciente de que estaban en inferioridad numérica. Defensa había estado dos veces al frente en el marcador. Y lo terminó perdiendo.


Lo terminó perdiendo de una manera increíble. Porque si bien resistió los primeros embates de Central, le convirtió y lo aguantó bastante bien, con la gente y el árbitro en contra. Incluso con la expulsión del jugador de Central, Delgado, se creía que el partido no se iba a escapar. Pero por cosas del fútbol, Central logró empatar (en pies de un jugador que debió irse expulsado) y a pesar de que el Cholo Benítez lograba de nuevo el desnivel, el canalla desbordó a Defensa y se lo dio vuelta.

Fue un golpe duro: porque se tenía todo para ganar y contra un equipo de los que pelean arriba, y si Defensa ganaba iba a significar el salto de calidad que necesitaba para prenderse en el lote de los de arriba.


La incógnita era cómo iba a repercutir este partido en el ánimo de los jugadores y cuerpo técnico varelenses. Sabemos de la entereza, el coraje y la guapeza de nuestro DT, Ricardo Rodríguez. Pero parece que los jugadores aún no se recuperan de aquel durísimo golpe. Porque los dos partidos siguientes, el del otro sábado y el de este, fueron contra rivales endebles e inferiores a Defensa. Uno que venía de una racha muy adversa, Patronato, y el otro era el último de la tabla, Chacarita Juniors. Y en ambos no pudo obtener el triunfo.

Y si observamos detenidamente, ambos partidos fueron, salvando algunas diferencias, de trámite idéntico. El rival se puso en ventaja y Defensa nunca se pudo recuperar. Logró el empate, es verdad, pero por cuestiones lógicas, la superioridad técnica y táctica al rival. Pero no pasó más de ahí. Nunca pudo lograr ponerse en ventaja, como si todavía llevara sobre los hombros la carga de la derrota ante Central.


Más allá de lo futbolístico, Ricardo Rodríguez deberá trabajar en las cabezas de los jugadores, porque Desamparados de San Juan es otro rival que podría considerarse "accesible", pero si mentalmente los jugadores no están al 100%, puede volverse complicado.


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