lunes, 30 de junio de 2008

Recordando la mirada visitante



Con un texto de Daniel Console extraido del libro MEMORIAS DEL FUTBOL inguguramosn una nueva seccion den tro del blog: relatos,disfrutenlo.

Noviembre de l981. Osvaldo Montenegro, compañero de tareas en la empresa periodística en la cual me desempeño, varias veces me había instado a ver jugar a su equipo predilecto, Defensa y justicia, en su cancha de Florencio Varela, pero un poco por la distancia, iba postergando la invitación, pero un buen sábado debía enfrentar a Ituzaingó, institución a la cual seguía la campaña por ese entonces en el periódico LA SEMANA de San Antonio de Padua, hizo ineludible la cita.

El trayecto del viaje de por sí, se convirtió en una aventura: en principio, desde Ciudadela me trasladé en tren basta Haedo donde allí tomé la insegura formación diesel Fiat, que me llevaría hasta la estación Florencio Varela, previo trasbordo en Temperley. En el recorrido que finalizaría en La Plata, varias veces el convoy sufrió los ataques de vándalos que arrojaban piedras y todo tipo de elementos contundentes; incluso, en un paraje donde las vías se extendían por una especie de desfiladero, vi en un pantallazo cómo tres sujetos tiraron sobre el techo del tren una mesa… el resultado de estas tropelías era la mayoría de los vidrios rotos, asientos tajeados en los casos más leves y la precaución de los pocos pasajeros de bajar las persianas metálicas para evitar males mayores.

Continuando el relato, llegado a la estación Varela, donde Montenegro me vino a esperar, nos dirigimos hacia la cancha y pudimos notar en el camino, una Comunidad en constante avance poblacional, compuesta mayormente por gente humilde y trabajadora.



Ya dentro del estadio, pude apreciar cómo había sido agregada una tribuna tubular para albergar a la por ese entonces numerosa parcialidad local. Antes de iniciarse el cotejo, me despedí de mi amigo que quedó en la platea y me conminé al rectángulo de juego para cumplir con mis funciones de fotógrafo-cronista: eso sí, tomé la precaución de ubicarme en ambos tiempos detrás del arco visitante, como para no sufrir demasiado las consecuencias de tener a la hinchada varelense en contra en la nuca, que eso no sería nada, si me preocupaba algún proyectil o la desagradable sensación de un esputo. Afortunadamente ello no ocurrió y los que se ubicaron a mis espaldas hasta creo que me ignoraron. Mejor así. De todas maneras el trámite no dió como para enardecer a las tribunas.





Luego de finalizado el partido, nuevamente Montenegro me acercó a la estación y durante el viaje pudimos observar cómo la hinchada de Defensa trataba de emboscar a los adictos de Ituzaingó, cosa que tratando de alejarnos del escenario no supimos si se concretó.

Ya en la estación, vi cómo cobraban animación sus alrededores en el anochecer del sábado, que la gente ocupa en olvidar por una noche las fatigosas jornadas de la semana, donde generalmente salían y regresaban a sus hogares humildes sumidos en las penumbras.

Instalado nuevamente en el tren de regreso, obviamente con las persianas casi totalmente bajas, reviví esa experiencia inolvidable. Y una postal del viaje que me quedó grabada con fuego y sin razón, es la visión de un anciano a quien le faltaba una pierna, sentado en el esqueleto de esas pasarelas que existen en los pasos a nivel, viendo el paso del tren... lo vi alrededor del mediodía... increíblemente volví a verlo fantasmalmente con la caída de la noche como si el tiempo no hubiese pasado en ese perdido apostadero ferroviario del ramal Haedo - La Plata.


imagenes:
1)"Los Halcones" entran al campo de juego
2)Defensa y Justicia versión 1981
3)Zozobra en el área de Ituzaingó... El arquero Ielapi sale a cortar el centro

relato estraido de:
www.todopararecordar.com.ar

pd:para contactarse con nosotros y enviarnos su relato ubicaran nuestro mail en la parte superior derecha del blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario